Rainer Hurtado Navarro
Antes de comenzar estableceré unos elementos básicos, por claridad, pues este correo no se dirige exclusivamente a Usted sino a varios lectores; muchos de ellos suscriptores de su servicio y amigos míos que están desconcertados por la inusual experiencia de los últimos días; algunos de los cuales (Don Arechar et al.) me han preguntado qué pudiera estar ocurriendo, dadas las evasivas respuestas de vuestros agentes, aunque la mayoría no; pero que igual les digo porque es evidente que no reaccionáis sino ante la presión.
¿Qué mayor presión la de una molesta clientela informada que pueda retirar su abono mensual?
Parece que, no contentos con las anomalías del servicio telefónico (que cuando no pudieron ocultar por más tiempo reconocieron con un anuncio televisivo pidiendo indulgencia a sus usuarios), los inacabables períodos de "mantenimiento" y la larga lista de colonias afectas, que el canal AXN tenga repetidas interrupciones de la señal, que los animados de Discovery Kids se petrifiquen a ratos, interrumpir la programación infantil de National Geographic con basura, no verse el canal de la BBC, verse más o menos el Canal del Congreso en Ahuatlán pero no en Tulipanes, la caída periódica del servicio de Internet o de su velocidad, el diseño de la red de Internet vuestro confina a sus usuarios.
Primero, IP es una dirección numérica dentro de una red. Internet es una red, luego, las computadoras unidas temporalmente o permanentemente a Internet tiene que tener una IP. Las IPs pueden ser estáticas o dinámicas, y privadas o públicas. Una IP estática es una IP que tiene dueño y está enlazada a una computadora en particular. Por ejemplo, la IP de la computadora que responde al nombre de google.com tiene la IP 72.14.207.99. Una IP dinámica es una IP que asigna el proveedor de servicios de Internet (ISP), por ejemplo: TELMEX o Cableonline/Cablemás, a una computadora de manera temporal para que se vincule a Internet (la IP es diferente cada vez que te conectas a Internet; o en las conexiones permanentes de banda ancha de Prodigy o Cableonline/Cablemás se cambia cada períodos regulares de tiempo). Por ejemplo, 201.160.x.x. (Nota bene: Estoy usando por facilidad IPv4.)
Ahora bien, las IP pueden ser públicas y privadas: las IP 72.x.x.x y 201.x.x.x son públicas, o de Internet. Precisamente por eso, el ISP las asigna al cliente (Cableonline/Cablemás es una excepción truculenta). Las direcciones públicas permiten que las computadoras que las tengan de manera permanente (servidores de Internet, generalmente) o temporal (usuarios de Internet) estén mutuamente accesibles.
Las direcciones privadas son direcciones para redes privadas o internas, como la de mi casa o la de la Universidad (o la de Cableonline/Cablemás, que engaña a sus clientes con un Internet recortado que lo denuncia como un pseudo ISP y que muestra también que quizás no tiene soporte para IPv6): son IPs como 10.x.x.x ó 192.168.x.x. Estas IPs no son accesibles por Internet porque, por convención, están reservadas para uso privado y no existe ningún servicio ni computadora en Internet que responda a ellas (Cableonline/Cablemás hace con sus clientes lo que la Universidad con sus computadoras, enrruta la entrada y la salida, pero por lo mismo el servicio excluye una comunicación bi-direccional entre los clientes y el Internet en términos de servicios).
¿Quiénes dan las IPs? La IANA, que reparte las direcciones de Internet entre países y organizaciones y empresas. Algunas de estas empresas son los ISPs, que cuentan con una cuota de IPs para alquilar. Los clientes del ISP pueden pagar mensualmente por una conexión básica a Intenet (IP dinámica) o por una conexión especial con IP fija.
Algunas IPs se asocian a nombres, como Google.com se asocia a 72.14.207.99, de manera que los usuarios saben el nombre pero no la IP y facilita la navegación. Pero si tienes la IP, igual accedes a la computadora que responde al nombre Google.com. Como no todas las computadoras tienen un servicio a la escucha para cuando las contactan, puede ser infructuoso tratar de conectarse a IPs al azar. Ese es el gran valor de los nombres de Internet o URLs (www.hotmail.com, por ejemplo): facilitar la navegación.
De por sí, hasta hace apenas unos meses, las IPs que asignabais a vuestros clientes eran tales que sugerían que realmente dabais IPs públicas. Por ejemplo,
Public IP Address 201.160.x.x
Public Network Mask 255.255.255.0
con la pasarela y los siguientes Servidores de Nombres (aquellos que informan a los navegadores, cuales Internet Explorer, Mozilla, Netscape, Opera, Konqueror, etc., las direcciones numéricas de los nombres que los usuarios introducen en el área de direcciones):
Public Default Gateway 201.160.3.1
Domain Name Server 1 200.95.144.4
Domain Name Server 2 200.95.144.3
Domain Name Server 3 0.0.0.0
Considerando el costo del servicio (discretamente más bajo que el de TELMEX, pero nunca tan barato como para que pudiera ser cierta la mentira de consolación que ofrecen sus servicios técnicos), era una situación ideal para que un trabajador de IT, empleando un DynDNS (o el conocimiento puntual de la IP en cuestión) pudiera tener acceso remoto a los equipos a su mantenimiento y su administración, o publicara eventualmente servicios de Internet (dentro del ancho de banda pagado) que incluyeran acceso remoto a sus archivos o impresoras, o supervisión por video (como se puede hacer por TELMEX), o pagar un servicio de soporte a Microsoft que se valiese del (precario) acceso remoto a los sistemas Windows.
Y resulta que no es posible nada de lo anterior. ¿Por qué? Porque, aunque haciendo uso (incorrecto) de direcciones numéricas públicas, la red de clientes de su servicio son parte de una red privada. Lo delataba el
DHCP Server IP Address 10.202.252.61
Lo mejor es que en el contrato no están advertidas ni las limitaciones ni los inconvenientes de esta estructura, amén de que se oculta este diseño de la red (o servicio).
Pero no escatimaban en ofrecer IPs fijas (aunque no me aclararon bien si públicas: la claridad no es algo que distinga vuestro servicio) por un costo extra (aunque no está mal tener IPs fijas para alquilar).
Recientemente, la asignación de IPs cambió para acomodarse a las normas y asignar direcciones de red privadas a sus clientes (10.x.x.x):
Public IP Address 10.193.x.x
Public Network Mask 255.255.240.0
Public Default Gateway 10.202.252.61
Domain Name Server 1 10.147.0.43
Domain Name Server 2 10.147.0.15
Domain Name Server 3 200.95.144.3
DHCP Server IP Address 10.202.252.61
Pero con este diseño (que permanece inalterado), a los efectos del exterior de la red de vuestros clientes, en el exterior sólo existen las pasarelas, no las computadoras individuales de vuestros clientes. Por ello no es posible que un usuario de vuestro servicio tenga acceso a cámaras de vigilancia remotamente. Pero también por ello, como, desde el exterior de vuestra red, las peticiones de vuestros clientes son tomadas por las peticiones de un número limitado de pasarelas que los enrrutan, una agresión desde vuestra red a algún servicio de Internet, como los de Google, afecta a todos los clientes que acceden a Internet por dicha pasarela, cuya IP estaría vetada.
Esa es la razón por la cual, desde el sábado 26 de julio de 2008 hasta el martes 29 de julio de 2008, era imposible acceder a las cuentas y servicios de Google. Idem para Yahoo. Idem para mil y otros que no conozco y, menos, noté. Así, al pedir google.com ó google.com.mx el navegador redirigía a la página http://sorry.google.com/sorry/
Aquellos usuarios que tenían configurado el acceso POP3 a sus cuentas de correo y accedían a ellas usando, no el navegador, sino un gestor de correos, al menos, pudieron descargar sus correos. Pero en ningún caso, ni por el navegador de Internet ni por el gestor de correo, pudieron remitir correspondencia.
Que no es poca cosa: no es un veto de http://www.dw-world.de/, que la visita casi nadie: los problemas con google o yahoo para los usuarios se les representan como problemas de más de medio Internet, pues la mayoría de ellos (casi el 99.9999999999%) accede a los más disímiles sitios vía Google.com, descontada la situación con los correos o la mensajería instantánea (chat).
¡Qué diferente escenario si vuestro servicio asignase IPs públicas dinámicas a vuestros clientes! El veto no hubiera afectado a la masa de ellos, ni existiría la limitación de que vuestros clientes publicasen servicios de Internet con un DynDNS. Piense que la mayoría no usaría tales, pero que si lo hiciese sería perfectamente válido dentro del ancho de banda que pagan.
¡Pero qué maravilla pagar por un Internet recortado! (Y por teléfonos que no funcionan y canales de TV que no se ven.)
Para colmo, vuestro servicio limita que vuestros clientes lo supervisen: así, la página de acceso a la información de vuestros modems (a diferencia de los de TELMEX) vosotros la bloqueáis (de hecho, la mayoría de vuestros clientes no conoce que exista tal página: en los modems Scientific-Atlanta Webstar, la IP 192.168.100.1 conduce a la página de ellos, en la cual está un enlace a la página de logs: si tienen conexión, serán advertidos que el ISP les niega el derecho a verla: http://192.168.100.1/log.asp). En ella se ven todas las anomalías del servicio. Pero la coacción o coerción sobre el modem cesa cuando el Ojo (esa identidad con Sauron está buena) no vé: Cuando el servicio se interrumpe, ¡maravilla!, el modem, libre del yugo, delata al amo al cliente. Anexo los adjuntos que lo ilustran (hablamos de un Internet de 1.5Mbs de un amigo que llega a tener velocidades casi telefónicas a cielo despejado).
Este espíritu coercitivo se extiende a las comunicaciones con vuestra administración. La coda de vuestros mensajes dice (aunque Usted debe estar ahíta de conocerla):
"La información de este correo es de carácter CONFIDENCIAL y PRIVADO y es propiedad de Cablemás. La privacidad de esta comunicación goza de protección legal. Cualquier revisión, retransmisión, difusión o cualquier otro uso de este correo, por personas o entidades distintas a las del destinatario legítimo, queda expresamente prohibida. Si usted ha recibido este mensaje por error, por favor avise inmediatamente al remitente contestando y eliminando este correo. Las opiniones incluidas son del remitente, y no necesariamente reflejan la opinión de Cablemás. Este correo electrónico no pretende ni debe ser considerado como constitutivo de ninguna relación legal, contractual o de otra índole similar. No puede garantizarse que las comunicaciones de Internet sean seguras, libres de error o virus. Por lo tanto Cablemás, no acepta responsabilidad alguna."
Con esta coda maniata a sus clientes al impedirles organizarse o intercambiar experiencias del servicio y sus respuestas: Todo se queda en un ambiguo y vago "me dijeron", "dicen". Y, a la vez, la propia coda exime a la Empresa de responsabilidad por el comunicado: éste, en última instancia, sólo puede ser tomado como una expresión personal y privada del agente interlocutor. Me gustaría saber si las opiniones del Cardenal Rivera, en Misa, o del Secretario de Relaciones Exteriores de México, en funciones, pueden considerarse expresiones personales y privadas, mas no expresiones públicas, oficiales y vinculantes. Si no pueden tomarse como las primeras, no entiendo que la comunicación de un gerente no pueda ser la expresión de la Empresa a la que representa. Mucho menos, si se dirige a un suscriptor.
Por eso, cancelé mi suscripción de Internet en Tulipanes (la cambié por TELMEX: necesitaba vigilancia de video por Internet, acceso remoto a archivos y administración remota), creo que el año pasado o a finales del 2006, aunque no la de TV; y, consultado, disuadí a la escuela ***, Jiutepec, Morelos (vigilancia de video por Internet, acceso remoto a archivos y administración remota), a algunos negocios (querían vigilancia de video por Internet), y a *** asociaciones condominales (querían vigilancia de video por Internet) de usar su servicio: hoy usan TELMEX.
Pero aún así, podemos sufrir en el trabajo o en los Café-Internet del mal servicio vuestro: todavía hoy, un amigo mío, suscriptor vuestro, con quien requería una comunicación urgente, Don Arechar, se vio impedido de remitirme un correo por su cuenta ***@cableonline.com.mx. ¿Quizás este sea el arrebato de cólera más meditado del mundo? No lo sé: pero es una situación insoportable para trabajar tener un contacto que emplee vuestro servicio.
Hoy, no voy a sugerir a mis amigos que cancelen vuestro servicio, toda vez que son clientes de su servicio de TV (TELMEX sólo proporciona telefonía e Internet), pero sí que reclamen ante la PROFECO (Procuraduría Federal del Consumidor) si vuestro servicio se rehusa a explicarles o a descontarles del alquiler por las limitaciones reales o potenciales que esta experiencia les ha impuesto. Y que mejoren el servicio. Creo que se lo merecen. Lo merecemos.
Quiero que recuerden que la mejor propaganda no son los spots publicitarios, ni los impertinentes autoparlantes y agentes que a deshora acosan los vecindarios. La mejor propaganda es la calidad del servicio, que será publicada de boca en boca por vuestros usuarios, como de boca en boca publican hoy lo mal servidos que están.
Muchas gracias por su atención.
RHN
P. D.:
Pido a mis lectores que contribuyan a crear una cuña de presión sobre el servicio de Cableonline/Cablemás publicando en sus blogs o remitiendo entre sí esta carta.
RHN